Ayer pude ver “Cellular”, una de esas películas que mejor ver sin buscarle tres pies al gato, más que nada porque no tiene ni pies ni cabeza. Resulta entretenida, típica película de secuestro y persecuciones, con cierto ritmo, aunque la premisa de partida y nexo de unión entre los personajes se aguanta con pinzas. ¿Y cuál es el nexo? Pues es una llamada de teléfono y un móvil. Creo que todo esto no es más que un gran McGuffin. Todo comienza cuando Jessica Martin (Kim Bassinger) es raptada a cara descubierta por el malo de turno Ethan (Jason Statham) y su banda de torpes. En una inverosímil escena, Ethan destroza un teléfono de un hachazo en el desván en el que se oculta Jessica. Ella, con habilidad propia de McGyver, logra unir los trozos y efectuar una llamada, lo que le pone en contacto con el héroe de la historia, Ryan (Chris Evans, la antorcha humana en los 4F). A partir de ahí Ryan intentará mantener la llamada y rescatar a la secuestrada. El resto de película es una sucesión de persecuciones y la lucha por mantener activa a toda costa la llamada de teléfono.
Cabe mencionar el cameo de Dean Devlin (productor de varias películas de Roland Emmerich), que aparece momentáneamente conduciendo un taxi. También cabe mecionar la presencia de William H. Macy, que hace creíble la figura de un simple policía, alejado del estereotipo de poli guay cachas y terminator.
Cabe mencionar el cameo de Dean Devlin (productor de varias películas de Roland Emmerich), que aparece momentáneamente conduciendo un taxi. También cabe mecionar la presencia de William H. Macy, que hace creíble la figura de un simple policía, alejado del estereotipo de poli guay cachas y terminator.
[SPOILER]
Resulta muy poco creíble la heroicidad desinteresada de un individuo infantiloide que acaba convirtiéndose en una especie de John McLane. Su habilidad para pilotar a lo bruto Porsches y escapar de los polis corruptos es increíble. Y lo de copiar una cinta de video grabando con el móvil sobre el visor de la cámara es digno de medalla. Vamos, situaciones normales de cada día, te llama alguien que está secuestrada y te agencias una pistola, robas un Porsche y le plantas cara a una banda de polis corruptos. Vamos hombre, no me lo creo! Por no hablar de poner al típico policia traidor, que sirve como giro argumental pero da la sensación de estar metido con calzador en la historia.
Resulta muy poco creíble la heroicidad desinteresada de un individuo infantiloide que acaba convirtiéndose en una especie de John McLane. Su habilidad para pilotar a lo bruto Porsches y escapar de los polis corruptos es increíble. Y lo de copiar una cinta de video grabando con el móvil sobre el visor de la cámara es digno de medalla. Vamos, situaciones normales de cada día, te llama alguien que está secuestrada y te agencias una pistola, robas un Porsche y le plantas cara a una banda de polis corruptos. Vamos hombre, no me lo creo! Por no hablar de poner al típico policia traidor, que sirve como giro argumental pero da la sensación de estar metido con calzador en la historia.
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