Vuelo nocturno (Red Eye), de Wes Craven, juega muy bien sus cartas como thriller y pone en escena una trama más o menos creíble con elementos de suspense bastante logrados. Lisa Reisert (Rachel McAdams) es la encargada de un hotel que durante un vuelo verá como un desconocido llamado Jackson Rippner (Cillian Murphy) la asalta y amenaza con matar a su padre si no da una serie de instrucciones a su hotel para que se cambie de habitación a un político que es el objetivo final de una organización criminal. A partir de ahí Lisa se verá envuelta en una pesadilla para intentar evitar el plan de su compañero de vuelo.
El arranque, también en este caso, recuerda un poco a la comentada "Plan de vuelo desaparecida", pero como digo, en este caso la trama resulta más creíble que en la otra y además la amenaza se presenta claramente y sin engaños al espectador, no se esconde información. Todos los datos se entregan al espectador y así se nos sitúa en una posición aventajada. Sabemos quién representa una amenaza, qué quiere y cómo pretende llevar a cabo su plan.
Sin ser ninguna maravilla, la película entretiene y es bastante correcta, aunque no aporta absolutamente nada nuevo y está repleta de tópicos. Aún así sirve para pasar bien el rato.
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